
A Manu Larcenet lo descubrí en La Mazmorra (otra serie a seguir), y me enganchó rápidamente, sin ruido, pero bien fuerte.
Ya hablé hace tiempo de que me da por catalogar los cómics en los que me sirven (aquellos en los que puedo encontrar referencias claras para mejorar mi estilo) y en los que no me sirven (aquellos que se alejan de cómo dibujo yo). Todo iba bien, hasta que ha caído en mis manos Los combates cotidianos, que en un principio debería estar en el paquete de NO me sirven.
Pues no, quiero que estén en el otro, han de estar en el otro, y bien alto en la lista, por que estos Combates Cotidianos son una genialidad. Con una sencillez impresionante, Larcenet te mete en una historia de reflexiones sobre el paso a la vida adulta de una manera extremadamente real y bella. La pérdida de la juventud rebelde y despreocupada, las crecientes responsabilidades con la pareja con la que te planteas vivir, la vejez de tus padres, el orgullo de la clase obrera... todo contado con un ritmo y un control en los silencios y las pausas, una delicadeza en las imágenes y en los puntos de vista, que hacen esta obra muy, pero que muy bella.
El enlace a la ficha,
aquí, dónde podéis ver unas seis páginas de cada tomo. Pero corred a las librerías, por que
Norma lo está publicando por estos lares.