Un sueño en las sombras.
Otro de los proyectos que presentamos Qstom y yo, fue Un sueño en las sombras. Echando la vista atrás, es un proyecto que no ha aguantado el período de tiempo entre “pero cómo coño es posible que no les guste? y “a ver qué tal si le echo otro vistazo”. Flojeaba por demasiados sitios.
Aunque, cómo todo, hay que saber desentrañar también la parte positiva.
Lo mejor que saqué de este proyecto fue el enfrentarme a trabajar en un formato cercano al A2 que es el que utilizo ahora y en el que me encuentro más cómodo que trabajando en A3. Esto afectó a la composición de página y a los planos utilizados, que quedaron un pelín lentos de lectura y un poco lejos del ritmo que debería haber llevado el guión.
Otro punto positivo fue el primer intento de acercarme a un estilo más realista del que llevaba con Mesene o con el proyecto Etoile. La historia lo requería. Estábamos en un mundo fantástico en el que la magia tenía el poder y lo desarrollaba despóticamente explotando a las demás razas. El trasfondo de la historia era una lucha anti-sistema finalizada en revolución social que pedía a voces dibujos más serios de lo que andaba haciendo hasta ese momento. Tampoco logré exactamente esa seriedad, pero empecé a trabajar este estilo que podéis ver depurado en Messiah Complex.
El guión. Ouf!
Demasiado ambicioso. La historia que pretendía contar habría que saber escribirla. Filosofía y revolución. Ahí es nada. Es una historia que se debía contar muy imparcial y a mí se me ve el plumero. A lo mejor con ochenta y tantos años soy capaz de cuadrar la historia y no emocionarme demasiado…
Por otro lado, también anduve probando cambios de estilo en la tinta para conseguir esa pretendida seriedad. Lo mejor que se me ocurrió fue meter aún más rayitas de las que meto normalmente y fue un auténtico desastre, sobre todo al utilizarlas en exceso en los personajes. Con el color no funcionó nada bien, demasiado poco espacio para que Qstom se luciese un poco, bastante tenía el pobre con arreglarme los gestos.
En fin, proyectos necesarios para seguir avanzando…totalmente necesarios, aunque nunca vean la luz.
Aunque, cómo todo, hay que saber desentrañar también la parte positiva.
Lo mejor que saqué de este proyecto fue el enfrentarme a trabajar en un formato cercano al A2 que es el que utilizo ahora y en el que me encuentro más cómodo que trabajando en A3. Esto afectó a la composición de página y a los planos utilizados, que quedaron un pelín lentos de lectura y un poco lejos del ritmo que debería haber llevado el guión.
Otro punto positivo fue el primer intento de acercarme a un estilo más realista del que llevaba con Mesene o con el proyecto Etoile. La historia lo requería. Estábamos en un mundo fantástico en el que la magia tenía el poder y lo desarrollaba despóticamente explotando a las demás razas. El trasfondo de la historia era una lucha anti-sistema finalizada en revolución social que pedía a voces dibujos más serios de lo que andaba haciendo hasta ese momento. Tampoco logré exactamente esa seriedad, pero empecé a trabajar este estilo que podéis ver depurado en Messiah Complex.
El guión. Ouf!
Demasiado ambicioso. La historia que pretendía contar habría que saber escribirla. Filosofía y revolución. Ahí es nada. Es una historia que se debía contar muy imparcial y a mí se me ve el plumero. A lo mejor con ochenta y tantos años soy capaz de cuadrar la historia y no emocionarme demasiado…
Por otro lado, también anduve probando cambios de estilo en la tinta para conseguir esa pretendida seriedad. Lo mejor que se me ocurrió fue meter aún más rayitas de las que meto normalmente y fue un auténtico desastre, sobre todo al utilizarlas en exceso en los personajes. Con el color no funcionó nada bien, demasiado poco espacio para que Qstom se luciese un poco, bastante tenía el pobre con arreglarme los gestos.
En fin, proyectos necesarios para seguir avanzando…totalmente necesarios, aunque nunca vean la luz.